El Guernica.

Arte y Política. Análisis del Guernica.

El bombardeo tiene lugar el 25 de abril de 1937, y fue el primer bombardeo indiscriminado contra la población civil de la historia, sin tener un objetivo militar, los cual generó miedo y rechazo al fascismo. La República Española encargó a Picasso la obra para la realización del pabellón de la República en París, debido al poder e influencia del pintor, además de la afiliación que éste sentía con el PCE. El cuadro viajó por todo el mundo, hasta que, finalmente, acabó en Nueva York, donde permaneció hasta la transición española. Fue muy difícil que los americanos cediesen el cuadro, pues se veían a si mismos como defensores de la libertad, que, al fin y al cabo, es lo que representa el cuadro. Por fin fue traído a España en 1981, como muestra de buena voluntad y con intención de honrar a la República por parte del nuevo gobierno, y numerosas ciudades lo reclamaron para sí, como Madrid o Barcelona solo por citar algunos casos.

Es una obra que ve la Republica desde el exterior del conflicto, y con un fuerte carácter propagandístico. Al ser de corriente cubista, es extremadamente críptico y simbológico, y Picasso quería desde hacía tiempo hacer un cuadro de ese tipo. Sin embargo, esto hace que la comprensión de la obra sea extremadamente difícil, por no decir imposible. Representa el dolor y destrucción de la guerra, y reivindica la defensa de la libertad y de la paz, así como una proclamación del sufrimiento inútil que provoca la guerra. El bombardeo no fue reconocido por Alemania hasta 1977. Representa los funestos acontecimientos que tuvieron lugar en Guernica, pero no representa la ciudad de Guernica. Responde a la barbarie de las guerras contemporáneas, cuyos avances tecnológicos (culminados con la bomba atómica en 1945) son de una alcance destructivo total.

Durante este tiempo, Europa estaba viendo el ascenso de los totalitarismos, el comunismo en Rusia, renombrada ahora como Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y el fascismo en Italia y Alemania. Los recuerdos de la Gran Guerra todavía eran muy recientes, y las viejas enemistades estaban resurgiendo. Además, el mundo entero se hallaba bajo una de las mayores crisis económicas de la historia, el crack del 29, y, en la mente popular, reinaba la desolación y el desconsuelo, como lo demuestran numerosas obras literarias y artísticas de la época. Y, en el horizonte, se avistaba la Segunda Guerra Mundial, como un fenómeno que solo un milagro podría evitar. El estallido de la Guerra Civil Española (una de tantas) fue el avance de lo que estaba por llegar, y sirvió a la gente del momento como demostración de aquello para lo que debían prepararse.

Lo cierto es, que, desde la Guerra de Secesión Americana, transcurrida entre 1861 y 1865, las guerras habían cambiado de forma radical, y el número de muertos en el campo de batalla había aumentado de forma vertiginosa. Esto se debía a que la tecnología había avanzado, con armas de fuego de varios disparos y más certeras, pero las tácticas militares eran las mismas que las que se empleaban a finales del siglo XVIII.

Sin embargo, no fue hasta la Primera Guerra Mundial o la Gran Guerra (1914 – 1918) cuando la gente se dio cuenta de esta situación, debido a que las guerras coloniales eran guerras frías, de baja intensidad. En este periodo se desarrollaron los primeros vehículos acorazados y las armas de gas, además de los primeros bombardeos. Los acontecimientos de Guernica fueron muy traumáticos, y desde entonces los artistas empezaron a protestar con sus obras contra de los conflictos.

No obstante, ¿Es realmente este cuadro tan relevante en este aspecto como se cree? Desde los tiempos más antiguos tenemos referencias del Arte como propaganda, bien para promocionar una guerra, un rey, un nuevo gobierno... así mismo, también desde tiempos muy antiguos existían los ataques indiscriminados contra la población civil por parte del ejército. Así lo representa Goya en sus grabados acerca de la guerra de Independencia Española, donde por primera vez en la historia representa la guerra como un fenómeno trágico, sin nada de heroicidad o nobleza, o Julio Cesar en “La Guerra de las Galias”, donde afirmó haber cortado los pulgares de todos los miembros de una tribu gala a fin de asegurarse la lealtad de las demás, o las razias musulmanas y las invasiones vikingas durante la edad Media, que generaron horror y rechazo contra estos similares a los que generó el bombardeo de Guernica.


Tenemos pues, que el Guernica, es una obra de una trascendencia excepcional, pero que su trascendencia no se halla en ser la primera obra en reflejar el carácter horrible de la guerra, ni en ser la primera obra propagandística, si no en que fue la primera obra que sirvió para que la gente abriese los ojos acerca de los horrores y crueldades de la guerra.

Bibliografía:

- Peter Warncke, C, Walther, I, Picasso, Taschen, Madrid, 2007. 

Adrián Gómez García.


El Guernica, Arte y Propaganda

El Guernica de Picasso supone una de los cuadros más famosos del siglo XX y es una muestra de la genialidad del artista malagueño, pero vamos a fijarnos en la faceta política e ideológica de la obra, más que en la artística.

El Guernica nace de dos circunstancias, la implicación de Picasso en el pabellón de España en la exposición internacional de París y el bombardeo de Guernica.  La segunda república no había, en un principio,  mostrado atracción por la obra del pintor, y éste en un primer momento no  sentía afinidad por el nuevo régimen. Pero con el estallido de la guerra civil la república necesitaba fondos, y en 1937  decide aprovechar la fama de Picasso para dar a conocer la situación del país a toda Europa gracias a la exposición universal de París.

Este acercamiento fue posible en gran medida gracias al artista, y en aquel momento director general de Bellas Artes, Josep Renau. Ambos tenían ideas políticas comunes, Renau era del PC y Picasso nunca había escondido su afinidad con el comunismo. Éste artista es muy importante para entender el Guernica,  ya que fue uno de los mayores cartelistas de su época y conocía perfectamente la importancia del cartel como medio de comunicación política, capaz de llegar a un amplio público y de abanderar la renovación de la plástica, de humanizar el arte y de expresar el drama del hombre de su tiempo.  Fue un visionario que arriesgó al confiar un mensaje de auxilio al lenguaje cubista de Picasso.

El cartel político llevaba en auge durante todo el primer cuarto del siglo XX, influenciado por numerosas corrientes estéticas como el realismo y el futurismo. Durante ésta época de convulsión política había madurado y se había convertido en un género por derecho propio. Desde los primeros carteles propagandísticos o de reclutamiento (el famoso Tío Sam), hasta los complejos collages realizados por Renau la política había encontrado su lugar en el mundo del arte.

Es con éstos conceptos en mente que Renau pide la colaboración de Picasso para el pabellón de París. Picasso acepta y se pone manos a la obra realizando una serie de grabados pero retrasa la creación de una gran obra mural. El 26 de abril de 1937, se produce el bombardeo de Guernica y Picasso queda conmocionado por la noticia, decide que ése será el motivo de su mural, que conseguirá exponer la situación de la república a toda Europa.

El bombardeo de Guernica supuso más que una masacre de inocentes, era la primera vez que se bombardeaba una población civil desde el aire y sirvió para probar el nuevo armamento de la lutwaffe.
Este hecho debía quedar registrado y servir de advertencia a toda Europa de la terrible amenaza que suponía  la deshumanización de la guerra moderna.

Picasso va mucho más allá de la idea de Renau de un cartel político. Gracias al cubismo es capaz de generar un mensaje que va mucho más allá de conciencias políticas o fronteras. El simbolismo utilizado por Picasso le da un carácter universal a toda la obra pudiéndose reconocer en ella cualquiera. Es capaz de trasmitir los sentimientos de angustia y terror  a cualquier espectador de forma inequívoca, dando voz a un hecho que podría haber quedado en silencio.

El simbolismo utilizado por Picasso le da un carácter universal a toda la obra pudiéndose reconocer en ella cualquiera.  En definitiva el Guernica es un alegato contra la guerra, un ejemplo del horror y la tragedia que pretendía servir de advertencia y de grito de ayuda. Pero la verdad es que pese a su fama internacional, no consiguió los objetivos políticos que se esperaban de él. La segunda república no consiguió el apoyo internacional que buscaba, y Europa se sumió en un baño de sangre apenas dos años después de que Picasso acabase su obra.

BIBLIOGRAFÍA:
Francisco Tomás Vert, Arte y Propaganda Carteles de la Universitat de València, Valencia 2002


Alfonso Bouza García.





PABLO PICASSO. EL GUERNICA 

A comienzos de enero del año 1937, Picasso recibió una llamada urgente del arquitecto y amigo Josep Lluís Sert, así como una pequeña delegación entre los que se encontraba Max Aub, agregado cultural de la embajada española, entre otros.
En esta pequeña cita, Luis Araquistáin, embajador de España en París (donde residía Pablo Picasso desde el año 1904), solicitó la colaboración del prodigioso pintor español, en la exposición internacional de 1937, la cual iba a celebrarse en el mes de Mayo ese mismo año en París, e iba a ser la feria más grande acaecida hasta el momento.
Araquistáin deseaba fervientemente que el gobierno republicano español estuviera representado en esta importantísima feria de carácter internacional, ya que su representación en dicha feria, supondría una demostración del papel aún fundamental y dominador de la república sobre el país, ante el asedio fascista por parte de las tropas franquistas, italianas y alemanas. Obviamente este hecho, no agradó completamente a Picasso, había sido un hombre que, al menos públicamente, parecía desvinculado por completo de la vida política española. Además hay que a añadirle, que en principio, se trataba de una feria cultural de carácter universal, las cuales suelen tener como propósito, divertir al público y promover la actividad cultural, algo que no terminaba de convencer al pintor, el cual ya había rechazado en multitud de ocasiones, peticiones realizadas por la República española, intentando involucrar su figura y arte en actos públicos.

Lograr la participación del director del Museo del Prado del Madrid desde 1936, llegó a convertirse en obsesión para Araquistáin y para los otros artistas españoles, pertenecientes a las vanguardias, que ya habían confirmado su participación.
Sin embargo,  el 26 de Abril de 1937,  una operación planificada y dirigida por el alemán Wolfram von Richtofen, e integrada por la llamada Legión Cóndor bajo el mando de la nueva Luftwaffe[1], iniciaron el bombardeo del pequeño puente que salvaba el espacio ocupado por el río Mundaca, y que permitía el acceso por la zona Norte al pueblo de Guernica, pueblo que había sido declarado un objetivo militar de carácter prioritario, pues era sencillo cortar las comunicaciones e impedir la huída de la resistencia republicana que aún presentaba oposición en el País Vasco.


A pesar de que el objetivo fundamental era el derribo del puente, el bombardeo afectó de pleno en el centro del pueblo, originando la masacre de cientos de personas[2] y la destrucción del setentaiuno porciento de los edificios del pueblo, además de un sinfín de heridos, mal atendidos en conventos, que rápidamente quedaron sin agua ni electricidad.

Este hecho, provocó el escándalo mundial, además de la indignación mas absoluta en la figura de Pablo Picasso, quien despejó sus dudas, y rápidamente decidió que su participación en la feria internacional, no solo era fundamental, si no vital para tratar de poner freno a esta debacle de destrucción y sangre, en la que poco a poco se iba sumiendo el continente debido al avance del fascismo.[3]

Desde que recibió la invitación a participar en el citado evento, hasta el día 1 de Mayo de 1937, Picasso no había comenzado a dibujar ni una sola línea de la obra que pretendía presentar. Realizó varios bocetos previos, incluyendo en el comienzo, muchos mas personajes de los que finalmente figuraron en la obra, y pasó bastante tiempo decidiendo que mensaje era el que realmente quería transmitir.
Finalmente, decidió desechar la idea de tratar de representar una escena aproximada de lo que debió ser el bombardeo, por un mensaje mucho más universal y acorde al objeto propagandístico que debía tener una obra que iba a ser expuesta en una exposición universal.
Decidió plasmar en el lienzo, un verdadero mensaje de sufrimiento, el sufrimiento en el que se hallaba sumida Europa desde el alzamiento y avance del fascismo, del sufrimiento provocado por la guerra, un sufrimiento que había sobrepasado los límites acontecidos hasta el momento. Fue un grito de auxilio en favor del pueblo español, a la par que un sentimiento y advertencia de un mismo carácter, universal.

Durante la ejecución de su obra, Picasso demostró su renovado y público compromiso con la República y su nueva situación. Un claro ejemplo de ello, fue una declaración enviada a Norteamérica, con motivo de una exposición de carteles republicanos en Nueva York, en donde dejaba clara su postura y que sin duda, presentaba un claro carácter comunicador. Picasso quería que el mundo supiera lo que le estaba ocurriendo al pueblo español, y que el avance de las tropas fascistas, suponía un peligro constante que podría desembocar en un conflicto de carácter mundial.

Su obra fue instalada en pabellón de la exposición, pocos días antes de que fuera inaugurada oficialmente el día 12 de julio. Tras su clausura, a comienzos del año 1938, su obra continuó usándose como “arma de guerra”, siendo prestado a numerosos países, con el objetivo de recaudar fondos para la República.
A partir de este momento, su colaboración y solidaridad con el pueblo español se mantuvo constante pero independiente, tal y como demuestran algunos hechos, como la evasión por parte del artista de entablar relación alguna con la representación oficial republicana en París.
Sin embargo, nunca se desentendió de la situación en la que se hallaba sumida España, todo lo contrario, y lo demostró en repetidas ocasiones, participando en numerosas actividades para recaudar fondos o actuando como salvador económico de algunos refugiados españoles.

Uno de sus últimos actos mas representativos, mas allá de su simpatía hacia la causa republicana y comunista, responde a la donación del Guernica así como a su voluntad para que la obra, no regresase a España hasta que se restaurasen las libertades, así como la realización de una nueva obra como nuevo homenaje a los republicanos españoles.

Finalmente añadir, que el mejor y mas valioso legado que nos ha dejado el Guernica, no es otro que el mensaje de carácter universal que porta y transmite, pues a pesar de todos sus esfuerzos, nadie logro evitar que en 1939, el mundo y en especial Europa y Japón, se sumieran en una debacle sangrienta que le costaría la vida a mas de cincuenta millones de personas.

                                                                                                        Diego Martínez López


[1] La fuerza aérea alemana
[2] La población de Guernica en el momento, ascendía  a apenas 7000 habitantes, pero durante esa fecha habían recibido varios visitantes en la comarca por lo que el numero exacto de personas que se hallaba en la zona, multiplicaba el usual.
[3] De hecho, el propio gobierno francés se tambaleaba, debido a la ocupación de prácticamente el 50% del territorio francés por las tropas de Mussolini.


BIBLIOGRAFIA

Álvarez Lopera, J., Checa Cremades, F., Gómez Segade, JM.,  Guernica legado Picasso, Granada, 1985.

Calvo Seraller, Francisco, El Guernica de Picasso , Madrid, 1982

Chipp, Herschel B., El Guernica de Picasso: Historia, transformaciones, significado, Barcelona, 1991.


El Guernica. Entre el arte y la Política.

El Guernica fue tanto el cuadro que pintó Pablo Picasso, para una exposición y también es el bombardeo que recibió tal ciudad vasca en la guerra civil española. El cuadro representa el dolor y la barbarie que tuvo este bombardeo para la población de Guernica y para el bando nacional, ya que era un claro ejemplo que el bando Nacional haría todo lo posible para ganar la guerra. El bombardeo de Guernica  se dio el 26 de abril de 1937 cuando la Legión Cóndor, una sección de la Lufftwaffer alemana, aliado del bando Nacional, bombardeó por primera vez una población civil con el pretexto de que en el lugar se fabricaban y almacenaba munición del bando republicano, esto pretexto no estaba aceptado ni por la republica ni por mucho países ya que estas fábrica de munición y de armamento se situaba a varios kilómetros de la ciudad. Este hecho hizo que numerosos países lo condenara, ya que no solo atacaba a la población militar de la zona sino también a los civiles, cosa que ante no se había hecho. Este bombardeo fue unos  de los numerosos causantes de que los alemanes ganaran la mala reputación como un ejército lleno de sanguinarios y que no le importaba atacar tanto a la población civil como a la militar. También hay que decir que esta catástrofe será un predecesor de lo que iba a ocurrir en Europa en plana Segunda Guerra Mundial.

Pablo Picasso, el famoso pintor malagueño, que se refugió en Francia a causa de la Guerra Civil, fue el autor del Guernica. Esta gran obra del arte contemporáneo fue mandado a hacer por el Director General de Bellas Artes, Josep Renau para representar a la república en el pabellón español de la exposición internacional de Paris de 1937, con el fin de atraer nuevos voluntarios a la causa republicana. Picasso para la realización del cuadro tardo en hacerlo entre los meses de mayo y junio de 1937, con lo que fue muy rápido su creación.
Eligieron a Picasso, porque en ese momento era el más famoso pintor español. En el año de 1940 como en España estaba la dictadura de Franco, Picasso quiso que el cuadro estuviera en el Museo de Arte Moderno de Nuevo York, pero dijo que fuera devuelta a España, cuando a esta vuelva otra vez la democracia. Al final el cuadro en 1981, durante la transición democrática con Adolfo Suarez, el Guernica volvió a España, instalando primero el cuadro en el Casón del Buen Retiro de Madrid, y luego en 1992, se instaló definitivamente en el Museo Reina Sofía de la misma ciudad, donde está expuesta permanentemente.

El Guernica ha suscitado numerosas y polémicas interpretaciones, circunstancia a la que contribuye indudablemente la voluntaria eliminación del lienzo de cualquier tonalidad ajena de los distintos tonos del negro.

Hay dos planos totalmente diferentes en el cuadro, el primero trata sobres los animales que perjudicaron durante el bombardeo y que son también autóctonos de la zona como el Toro, el Caballo y el Pájaro. El otro plano es la representación de diversas personas en las cuales se nos representa lleno de dolor y angustia por la pérdida de sus seres queridos durante el bombardeo, un claro ejemplo de esto es la madre que llora ante la muerte de su hija en el cual lleva a los brazos, o la representación del cuerpo de un hombre o soldado descuartizado a causa del bombardeo, estas escenas causa a espectador una sensación de agonía y dolor. La bombilla simboliza el fogonazo que deprende una bomba a llegar al suelo y la destrucción que ocasiona en todo su alrededor. También el cuadro representa los edificios en llamas y medio destruidos.

Como he dicho antes este cuadro, fue para representar las barbaries hacia la población civil durante la Guerra Civil española y conseguir así al mismo la incorporación de nuevos voluntarios para el bando republicano. Con lo que en resumen el cuadro era un cartel propagandístico contra el bando nacional. Este cuadro incito en la población del mundo donde canadienses, estadounidenses, holandeses, belgas, franceses, etc., se unieron para luchar contra el fascismo en España y volver el poder a su legítimo dueño que era el pueblo y a su vez a la Republica. Esta idea se ve fácilmente en esta frase: ``No, la pintura no está hecha para decorar las habitaciones. Es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo.´´

Josep Renau Berenguer, como he mencionado antes fue el que le dijo a Picasso que pintara un cuadro a favor de la Republica en la exposición parisina. Este hombre fue un importante pintor, muralista y militante del PCE, en la cual después de nombrarle el cargo de Director General de Bellas Artes donde fomentó la creación de carteles propagandístico a favor de la Republica, siendo el más importante el Guernica. Por ser miembro los del del PCE, pudo tener algo que ver para que Renau eligiera a Picasso para realizar la obra.

El Guernica aunque haya estado envuelto en polémica, es considerado una de las obras más importante del siglo XX tanto en España como en el mundo entero.

Bibliografía:
-http://www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/guernica
-Herschel B. Chipp, El Guernica de Picasso: Historia, transformaciones, significado, Ed. Polígrafa, Barcelona, 1991.

-Ramirez, J.A., Guernica: la historia y el mito, en proceso, Ed. Electa, Madrid, 1999.

José Manuel Bravo Torrero.


El Guernica: Arte y política

El origen de este cartel hay que buscarlo en el encargo que hizo el Gobierno de la Segunda República Española (siendo el presidente del mismo por aquel entonces Juan Negrín) de una obra, de grandes dimensiones que reflejase el sufrimiento que estaba experimentando la población de España por motivo del desarrollo de la guerra civil, a Pablo Ruiz Picasso (debido a que su gran consideración como artista internacional era más adecuado para agitar las conciencias sociales) en enero de 1937 (aunque anteriormente (invierno de 1936) se había realizado esta proposición de una manera no oficial por parte de Josep Renau, el director general de Bellas Artes del Gobierno Español), para ser incluida en el pabellón español que participaba en la Exposición Internacional de París dedicada al Trabajo, al Progreso y a la Paz que se iba a celebrar ese mismo año. Analizando este asunto, se puede afirmar que la clara finalidad de la obra era conseguir apoyos de otras naciones para que se comprometieran políticamente con la causa del bando republicano español, por lo que se otorgaba a esta obra un determinante papel de propaganda política. En la realización de esta obra, Picasso intervino plenamente en el tema social (yendo más allá del sentido puramente artístico), moviendo a reaccionar a la opinión pública, ya que, como había dicho el mismo, “la pintura no está hecha para decorar habitaciones. Es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo”.

En este momento (conocido como periodo de entreguerras) Europa padecía una grave crisis política, durante la cual se había producido el ascenso de los autoritarismos (fascismo y nazismo), que ante la debilidad de las democracias europeas campaban a sus anchas, como se percibe en el rearme de Alemania por Hitler, el ataque italiano ordenado por Mussolini a Etiopía, y la Guerra Civil Española (todo esto pronto iba a desencadenar la Segunda Guerra Mundial).

El acicate de Picasso para la elaboración de la escena reproducida en este cartel (realizada entre mayo y junio de 1937) fue el bombardeo perpetrado por la aviación alemana (que era aliada de Franco durante el desarrollo de la Guerra Civil española, iniciada el 18 de julio de 1936) sin previo aviso sobre la población vasca de Guernica (acontecimiento que tuvo una enorme resonancia a nivel internacional, ya que era la primera vez en la historia en que se atacaba a una ciudad desde el aire), produciendo cuantiosas víctimas y daños materiales (que era el verdadero objetivo a conseguir, debido a que la población de Guernica carecía de cualquier importancia estratégica y militar, entendiéndose que lo que se pretendía con el bombardeo era comprobar la calidad del armamento que se iría a utilizar en un futuro próximo durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial), el 26 de abril de 1937, el cual el autor llego a conocer por medio de fotografías e imágenes de los periódicos en blanco y negro (como el francés L´Humanité), pero es necesario destacar que el cuadro no busca representar concretamente los hechos de este bombardeo (apartándose de la representación del propio suceso histórico), sino que, lo que el artista quería lograr era producir en el espectador un sentimiento de rechazo universal contra la crueldad y la atrocidad que acompañan a todas las guerras (por lo que se convertía en fundamental la simplificación de la obra para facilitar la comprensión de la misma al público en general), denunciando además lo absurdo e irracional del hecho mismo por el cual se originan, para lo cual se inspiro en el trágico suceso de Guernica (inspiración que queda reconocida mediante la denominación de la obra).

Este objetivo perseguido por el autor malagueño se consiguió mediante la austeridad cromática (ya que se renunció al color para aumentar la tragedia de la escena, utilizando únicamente el blanco y el negro, y variedades en la escala de grises (tonalidades propias de la técnica de la grisalla), colores que por otra parte vienen a mostrar el influjo que las fotografías en blanco y negro de la prensa francesa ejercieron sobre Picasso), y la vehemencia en la representación de los gestos, actitudes y deformaciones de las formas de las figuras, otorgándolas mayor expresividad.

Tras la finalización de la Exposición Internacional de París, el Guernica fue trasladándose por Europa y EEUU para conseguir ayudas y dinero que se iban a destinar para favorecer la causa de la República Española, pero con la derrota en la Guerra Civil Española del gobierno republicano, Picasso manifestó que su obra no se debería devolver a España hasta que no fuera instaurado un gobierno democrático, por lo que estuvo en el MoMA (Museo de Arte Moderno) de Nueva York desde 1942 (donde siguió cumpliendo con la función social que le dio Picasso, durante la intervención estadounidense en Vietnam) hasta que regreso a España el 10 de septiembre de 1981 (tras la muerte de Franco y la transición democrática), siendo colocada en el Casón del Buen Retiro (que dependía del Museo del Prado, y en el cual se hallaban las colecciones de los siglos XIX y XX), más tarde (en 1992) se traslado al Museo Nacional Reina Sofía de Madrid (donde se encuentra actualmente), pero Picasso ya no vivía para ver su propósito cumplido, ya que murió en abril de 1973.

Se ha planteado que esta obra se inspiro en otras anteriores, como propone Santiago Sebastián al relacionarla con el cuadro de “Los horrores de la guerra” realizado por Rubens (como se puede ver en el Guernica por las posturas de los personajes, pero colocados en la obra de manera inversa, es decir, por ejemplo, los personajes de la izquierda en el cuadro de Rubens pasan a estar situados a la derecha en el cuadro de Picasso), y, según el director de fotografía José Luis Alcaine, también influyó en esta obra la película de “Adiós a las armas” dirigida por Frank Borzage en 1932 (y que a la vez esta se inspiro en una novela escrita por Ernest Hemingway en 1929). Además, también se puede percibir la influencia de Goya con su famoso cuadro “Los fusilamientos del 3 de mayo”. Todas estas obras comparten el mismo sentido y significado que el Guernica, como es la crítica que se realiza a través de las mismas al uso de la violencia, considerándolo como algo ilógico.


Recursos de la Red

arte.laguia2000.com/pintura/el-guernica-de-picasso-i

catalogo.artium.org/book/export/html/5941

marisolroman.com/2011/09/28/guernica-1937/

seordelbiombo.blogspot.com/.../analisis-y-comentario-del-guernica-de.ht...

www.canalsocial.net › Monografías

www.cossio.net/actividades/pinacoteca/p_01_02/guernica_picasso.htm

www.elmundo.es/especiales/2011/10/cultura/guernica/teorias.html

www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/guernica

www.museoreinasofia.es/coleccion/sala/sala-206

www.slideshare.net/eukenes/anlisis-de-el-guernica-de-picasso


David Pardo Mañas




EL Guernica: proyección simbólica de un cuadro

El Guernica debe ser comprendido, no solo por su importancia artística, sino también por su repercusión en la propaganda y la política de su época. El cuadro, como fiel reflejo de las crueldades de la Guerra Civil, sirvió al bando republicano para promocionar su causa. El objetivo del presente trabajo es hablar sobre la repercusión que tuvo el cuadro en su época y en tiempos posteriores, a tenor del significado que adquiere para las diferentes generaciones.

El cuadro es pintado por Pablo Ruiz Picaso en el mes de mayo de 1937. Este cuadro es enviado a la Exposición Universal de París en el verano de ese mismo año. El objetivo es doble: por una parte propagandístico y por otro recaudatorio. Picaso es uno de los pintores más influyentes de su época y uno de los grandes pintores del siglo XX. Su conocida militancia en círculos de la izquierda, era un reconocido comunista, militante del PCE, le acerca claramente a la República. Josep Renaud Berenguer, director de Bellas Artes, es el encargado de montar la delegación española en la exposición de París  Es de este modo como se pone en contacto con Picaso, que le cede el cuadro para su exposición.

Como uno de los autores más celebres, su cuadro queda como uno de los más representativos de la lucha por la República, y sirve, además, para encender el debate sobre la ayuda a la misma. Por otro lado, las siempre inagotables necesidades militares del gobierno, hacen necesario el pago de entradas para ver la obra. Esto llega al punto de que, durante su exposición en Londres, en una galería ubicada en un garaje, se cobra entradas en dinero, ropa o botas, bienes escasos en España en esa época.

Todos estos factores acaban convirtiendo al Guernica en uno de los símbolos de las barbaries del fascismo en Europa. En la época de la Guerra Civil se está librando una batalla en Europa entre la democracia burguesa y el fascismo, con el comunismo como telón de fondo. Varias democracias habían caído bajo dictaduras fascistas en toda Europa. A los casos más famosos como el de Italia o Alemania, hay que unir los menos conocidos como Portugal, Rumania o Hungría. De este modo, Francia y Gran Bretaña comienzan a verse cada día más aisladas como las abanderadas de la democracia. Incluso dentro de estos países no hay que olvidar los partidos políticos de derechas que con, escaso éxito, intentaban derribar la democracia.

En este complicado panorama político europeo es donde debemos enclavar la Guerra Civil y el Guernica. La República representaba dos cosas en Europa: la democracia y el fantasma del comunismo. Por un lado el Frente Popular de izquierdas era un gobierno democráticamente elegido, pero por otra parte el auge que tuvo el partido comunista durante la guerra servía de disuasión a los gobiernos democráticos que querían que ganase la República, ya que muchos preferían un gobierno fascista que uno comunista. El propio Winston Churchil reconoció que cambió varias veces de bando durante la contienda.

El Guernica representa los horrores de la Guerra Civil española, no solo el bombardeo de la localidad de la que toma el nombre. Pero el nombre que tiene el cuadro es enormemente representativo. Aunque en épocas anteriores se había probado diferentes métodos de bombardeo, estos se habían probado siempre en alguna guerra. Guernica supone la primera vez que la aviación suelta bombas deliberadamente sobre una población civil. Con esto no se pretendía atentar contra el esfuerzo de guerra republicano, sino que la intención era minar la moral de la población.

Este bombardeo no es más que el preludio de los que se sucederán durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Los bombardeos de Londres o Berlín, o la brutal destrucción de Dresde dejaron bien a las claras que la población se había convertido en uno de los claros objetivos de guerra. Por tanto, el Guernica, tanto por su contenido como por su nombre, representó los horrores de los bombardeos sobre la población civil. De este modo, aparte de representar el horror de una guerra, muestra el horror, el sufrimiento de una población civil que iba a ser la más perjudicada, no solo en la guerra española, sino también en la Guerra Mundial.

De este modo, como símbolo de la barbarie de la guerra, el Guernica acaba representando la lucha por las libertades. De alguna manera el cuadro representa, no solo el horror de la Guerra Civil, sino el horror de todas las guerras que surgen como consecuencia del fascismo. De esta manera el cuadro se alza como símbolo universal de la lucha por la libertad.

Finalmente, tras la derrota de la República el cuadro parte hacia Nueva York, y se expone en el MOMA, uno de los museos más famosos de Arte Moderno. Cuando por fin termina la dictadura franquista, el gobierno español exige la devolución del cuadro, ya que este había sido donado por Picaso al pueblo español. Finalmente se consigue su recuperación. Entonces surge el debate de cuál es el lugar más adecuado para su exposición. Varias localidades reclaman para sí el cuadro, por diferentes razones. Finalmente el cuadro llega a Madrid, exponiéndose en el Casón del Buen Retiro, aunque acabará en el Reina Sofía.

Por un lado, la vuelta del cuadro simboliza la vuelta de la democracia a España. Pero debido a que esta no es una república sino una monarquía parlamentaria suscita controversias sobre su devolución. Junto a esto, las peticiones del gobierno vasco para la exposición del cuadro en el Guggenheim, han contribuido a quitarle valor al cuadro. Todas estas disputas ocultan la esencia última y la intencioncionalidad del artista: la denuncia de la barbarie provocada por la guerra.

BILIOGRAFÍA

Tussel, J, (2007): Historia de España en el siglo XX: La crisis de los años treinta: la Republica y la Guerra Civil. Madrid: Santillana Ediciones.

Juan Martínez Rodríguez


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