El
Western (EE.UU.)
Uno
de los géneros más destacados y prolíficos en la historia del cine
estadounidense es sin duda el western. El periodo en el que lo debemos enmarcar
se sitúa principalmente en los años 20, y puede ser analizado y calificado en
retrospectiva como de momento fastuoso.
Esto
se debe fundamentalmente, a que aparte del año 1923 en el que se encontramos a
la industria de Hollywood sumida en una crisis de crecimiento, la producción
durante esta década es muy amplia y su actividad, incluso frenética si lo observamos desde la
actualidad ya que se produjo un abultado fenómeno de multiplicación de
compañías independientes, aparición de numerosas estrellas de género(a menudo
efímeras, algo extraño si lo comparamos con las posteriores estrellas del
género cómico), y en contraste, la actividad productiva será acaparada por unas
pocas compañías.
Resulta
realmente curioso, percatarse de que en el periodo que estamos estudiando, las
carreras de los actores, incluidos los más grandes[1],
son realmente breves pero al mismo tiempo es precisamente este hecho y este
momento el que convierte al género en un estatuto, comienza verdaderamente a
existir y se dibuja un movimiento de conjunto hacia una mayor estabilidad.
La
estandarización del trabajo se incremente a lo largo de esta década de los años
20, y los rodajes reducidos al mínimo refuerzan la tendencia. A ello, hay que
sumarle que es un práctica realizada principalmente por las compañías
independientes(apodadas: Poverty Row o callejón de la miseria) y por alguna compañías
“modestas” entre las grandes como La casa Universal que decide no ignorar este
fenómeno, llevando a cabo una producción anual cercana a los cincuenta
cortometrajes del género Western, convirtiéndose en prácticamente la única
compañía que lo producía en esta época ya que el film de una o dos bobinas,
había quedado acotado en el campo del cine burlesco y del documental.
Su
producción, prácticamente semanal lleva a caer a la mayor parte de estos films
en la monotonía, debido a la repetición excesiva en guiones y emplazamientos,
pero ayuda a establecer las bases del género y a iniciar la maquinaria propagandística
que tan importante era en el momento. Un ejemplo claro s la consagración en
1922 de una página de publicidad en Moving
Picture World a los actores Tom Mix, William y Dustin Farnum, Charles Jones
y William Russel (Todos ellos, miembros de la compañía Fox, clara rival de la
Universal que a pesar de no producir cortometrajes ni seriales, se arriesga a
financiar costosos films).La política que deciden adoptar todas las compañías
es la de construir una seria alrededor de un actor.
Lo
que diferencia fundamentalmente a la Universal de las otras productoras más
importantes, es la especialización en un género
y la diversidad de los productos que propone en este campo y lo que la
separa de las más modestas es el método de distribución que adopta.
Frente
a esta situación, se encuentran las compañías independientes, con frecuentes
problemas de financiación ya que los bancos se muestran reticentes a sostenerlas.
Debido a esto, la mayoría ven reducida su producción a los llamados quickies, films baratos rodados a la
máxima velocidad posible y seleccionando siempre géneros como la comedia o el
western que no exigen decorados caros, siempre empleando métodos de rodaje que
atiendan a la premisa del mínimo gasto económico.
Finalmente,
hay que destacar que se trata de un género en el que la repetición se vuelve
indisociable, dando lugar así a mismas escenas repetidas en distintos films,
algo que se ve favorecido por el sistema económico/técnico del que dependen los
productores.
El
western se base en un sistema de expectativas que acaban canalizando en
estructuras fijas a lo largo de los films. Por un lado encontramos una
estructura que se canonizará, en la que siempre aparecen un personaje bueno y
otro malvado, el cual al final de la proyección siempre será derrotado por el
bueno, incluyendo dentro de él, casi siempre, dramas y problemas con figuras
femeninas estereotipadas en sus roles debido a su aspecto físico(las mujeres
rubias siempre serán inocentes y recatadas, todo lo contrario que las morenas),
algo que ejerce un gran poder de seducción en el espectador, especialmente
cuando se decide entremezclar la acción palpitante con toques humorísticos.
Se
generan en esta época más de veinte nombres diferentes para definir a las
películas del género que nosotros identificamos como westerns, algo que nos
comunica que en aquel tiempo, no eran concebidas como un grupo coherente. Esto
sumado al creciente interés de la época en catalogar y encasillar los géneros,
da como resultado múltiples mezclas. Un claro ejemplo serán los matices
históricos que tendrán especial éxito en esta época, la Marca del Zorro como
film predilecto, se incluye melodrama, comedia… pero finalmente acabará
convirtiéndose en un género plenamente histórico centrado fundamentalmente en
la guerra civil estadounidense, la expansión hacia el Oeste y la fiebre del
oro, siempre acabando por canonizar estructuras y roles de los personajes en
todas las producciones.
Por
último, resaltar la importancia que tendrá a partir de este momento, la
introducción de nuevos procedimiento sonoros, el Magnascope en algunas escenas
y el nuevo formato “Grandeur” para los royos de películas (pasan de 70 a 65
mm.), así como el debut de actores como Jhon Ford, Jhon Wayne, Walter Brennan…,
hombres que atravesarán toda la historia de Hollywood y que sabrán perpetuar
las lecciones del cine mudo.
Diego Martínez López
[1]
Como ejemplo para resaltar el cambio de actores que se produce en estos diez
años: de Broncho Billy Anderson se pasa a William S. Hart, de este a Tom Mix (junto a sus respectivos caballos: Fritz y Tony)y de
este último a Gary Cooper.
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