viernes, 17 de enero de 2014

El nacimiento del género de animación (EE.UU)

Dentro del género general de la animación, es preciso distinguir los cartoons o dibujos animado propiamente dichos, de los films realizados con siluetas recortadas y de las maquetas animadas, pues son procedimientos totalmente distintos que atravesarán la historia del cine.
El primer autor verdadero de dibujos animados en Estados Unidos fue Winsor McCay, cuyo film más conocido es Gertie the Dinosaur, y que fue presentado en el Palace Theatre de Chicago en febrero del año 1914. Resulta francamente interesante, analizar y percatarse que si bien es un género que inicia como tal el propio McCay en torno a 1910(Little Nemo) introduciendo pequeños fragmentos animados en escenas de vodevil que él mismo realizaba, en torno a 1915 todas las innovaciones esenciales que permiten la animación han sido ya descubiertas, aunque no es adecuado abordar la historia de este género por la elaboración de un técnica que facilita el trabajo.
Giannalberto Bendazzi será el dibujante que caracterice esta primera parte de la producción de McCay, comprendida entre 1910-1915 aproximadamente, por una extraordinaria finura en el dibujo y en la animació. El estilo rico y elegante, fuertemente influido por el art nouveau que McCay empleaba en sus creaciones de tiras de dibujos se halla aquí simplificado, pero no empobrecido. Los movimientos se caracterizan por ser lentos, suaves, adaptados a su grafismo personal y de una delicadeza que tendrá pocos rivales en toda la historia del género de animación.
La producción se concentraba geográficamente en Nueva York y, en un grado menor, en Chicago y Kansas City. Productores y creadores tan importantes como Disney comenzó allí  a realizar su actividad en torno a 1919, inicialmente en el cine publicitario y posteriormente en una serie titulada Laugh-O-Gram.
Este ligero e incipiente desarrollo, generó numerosos problemas de autoría, igual que ocurrió en la literatura popular publicada en las revistas de quiosco, por hallarse en cierta relación de cercanía con los seriales que adaptan los folletines (afirmación enunciada por Sadoul, 1951, vol.3:195).

A estos hechos, hay que añadir que realmente, la historia del cine de animación ha sido construida por un decena de personas que saltan de una sociedad a otra, en especial a partir de 1913, hecho que junto a la percepción simplista del público así como de los dirigentes de la industria, que solo los conciben como material de relleno, conduce a la búsqueda de una racionalización industrial en la producción de estos films, además de suponer una fuerte regresión artística.

A la mezcla de un personaje de carne y hueso con un dibujo animado, rápidamente se añadió la influencia del teatro de variedades: el recurso de la adquisición directa de autonomía que adquiere el dibujo nada más dibujado proviene de los números de los dibujantes de vodevil y de los prestidigitadores. Es curiosamente esta introducción de lo vivo con lo animado lo que propicia y acelera la evolución del género, tal y como señala Raymon Borde.
La última gran alianza que supuso una fuerte evolución e incremento de éxito de género, fue la fusión de la animación con lo burlesco y la pantomima, surgiendo de esta forma personajes tan carismáticos como el gato Félix, definido por Bendazzi como una mezcla simultánea de felino, humano y mágico.
Cuatro personajes serán los encargados e impulsar el desarrollo de la técnica y a instaurar las bases de una producción “rentable”: Raoul Barré, Jhon Randolph Bray, Earl Hud y Margaret J. Winkler. Barré, siempre con la ayuda de William C. Nolan, producirá y dirigirá entre 1912-13 films publicitarios en formato de animación. En 1914 crea su propio estudio e introducirá el uso de la perforación estándar de las hojas dibujadas (sistema que permite evitar saltos en la sucesión de imágenes) además del slash system o como animar un personaje que evoluciona en un decorado son tener que volverlo a dibujar todo al completo.
Bray, por su parte sienta las bases de la producción estadounidense imagen por imagen, además de patentar la utilización de decorados impresos, la aplicación de difuminados grises al dibujo y uso de decorados de celuloide transparente que se aplican sobre el dibujo que se está animando.
Earl Hud patentó en 1914 la técnica llamada cell process, descrita pro el propio Walt Disney como el dispositivo que más tiempo hizo ganar, y que consistía en dibujar los personajes sobre hojas de celuloide transparente, sobreimpresionándola luego a fondos de acuarela, algo que permitía reutilizar el decorado para una escena completa.
Por último, Margaret Winkler, será la primera mujer que produce y distribuye films de animación sin crearlos ella misma.

Finalmente, destacar que lo que más destacable resulta de los principios del cine de animación estadounidense es la insistencia en el tema de la prehistoria y los mitos griegos como fuente de inspiración, probablemente como fruto de una preocupación de la época, así como la introducción de alguna obras de carácter pedagógico como Evolution dirigido por Max Fleischer a propósito de la obra teoría de Charles Darwin.

La evolución general del género, dará lugar a numerosas reflexiones como la eisensteniana, que permitirá el desarrollo de un cine experimental que impondrá una dicotomía en la historia del cine en todo los relativo a lo narrativo y a lo comercial, además de dar origen a tras reflexiones como la Hervé Joubert Laurencin que propone el abandono de la concepción del dibujo animado como algo irracional y sugiere concebir la compleja realidad de la animación como una herramienta para comprender mejor el cine “puesto que éste está animado”.


                                                                                                        Diego Martínez López.

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