viernes, 17 de enero de 2014

LA TRANSICIÓN DEL CINE MUDO AL SONORO


La introducción del sonido en el cine a finales de los años veinte revolucionó la industria y abrió nuevos caminos para que Hollywood pudiese llegar a su edad de oro. La iniciativa fue abanderada por las innovadoras Warner Bros. Picture Inc. y Fox Film Corporation, pero el resto de los estudios importantes no se hicieron esperar en el desarrollo del cine sonoro. La rapidez del cambio de la industria sorprendió a mucha gente en aquel entonces, pero no hay que pensar que fue un periodo caótico, sino una evolución ordenada de una industria multimillonaria que supo afrontar los innumerables problemas técnicos del cambio. Pero lo que más sorprende es la rapidez de esta transformación. Entre 1926 y 1930 toda la industria del cine estadounidense cambió el cine mudo por el sonoro, insonorizando platós e incorporando el sonido a nada menos que 15.000 cines a lo largo de EE.UU. De esta forma en 1935 en todo el mundo se producían películas sonoras, lo cual resultó un ritmo de cambio impresionante.
La historia del desarrollo de una tecnología que pudiese incorporar el sonido a las películas se remonta a los primeros tiempos del siglo XX. Sin embargo, las películas no se proyectaban en silencio, ya que había orquestas en la mayor parte de las salas sonoras de EE.UU., incluyendo las más modestas que contaban al menos con pequeñas compañías de músicos locales. Pero la tarea de la sincronización de la imagen y el sonido no era tan fácil como la incorporación de una orquesta. Uno de los primeros que intentó dar una solución al problema fue el afamado inventor Thomas Alva Edison. Su Kinetophone, presentado en 1913 fue un sonado fracaso. El sonido del aparato era deficiente, la sincronización nula y las críticas en su primera proyección constantes.
La invención de la tecnología necesaria para la grabación y reproducción de sonidos corrió a cargo de dos grandes empresas industriales de la telecomunicación: AT&T y RCA. Estas dos empresas estaban desarrollando mejoras en los servicios que proporcionaba en el terreno de la radio y la comunicación con teléfonos a larga distancia. Como resultado de estas investigaciones fue surgiendo la tecnología necesaria para la reproducción y grabación de sonidos. Debido a las enormes dimensiones de las grandes salas cinematográficas de la época, la instalación de los equipos sonoros resultaba dificultosa. Sin embargo, los grandes estudios de Hollywood rechazaron esta tecnología por los célebres fracasos acaecidos en el cine sonoro.
De esta forma fue una empresa menor, la Warner Bros., la que se atrevió con esta nueva tecnología proporcionada por la empresa AT&T. La pequeña empresa se hallaba por aquel entonces en un proceso de expansión para poder hacer frente a su gran competidora en aquel momento: la Paramount. De esta manera la Warner Bros., dirigida por los cuatro hermanos Warner, empezó a incorporar el sonido. Al principio se grabaron pequeñas actuaciones de espectáculos de variedades, musicales o cómicos. Fueron afinando la tecnología hasta que planearon su gran lanzamiento para agosto de 1926. El gran invento era lo que ellos llamaron el Vitaphone, con patente de la Western Electric. El estreno de la primera de estas breves proyecciones se dio en Nueva York, donde se congregó lo más selecto de la sociedad para, previo pago de 10 dólares (cantidad nada desdeñable para la época), asistir al estreno. El éxito de esta nueva tecnología no se hizo esperar en EE.UU., pero el verdadero encumbramiento de esta tecnología fue la reposición en la Ópera de Nueva York en 1928 de la película “El cantante de Jazz”, que mezclando partes de cine mudo y partes de cine sonoro, recaudó 200.000 dólares.
En estos primeros momentos el verdadero competidor de la Warner (y en realidad el único) era Fox Film Corporation. Esta compañía, que había adaptado también la tecnología de AT&T, sentó sus expectativas en el éxito de los noticieros sonoros. Esta compañía, al igual que la Warner, no veía gran futuro para las películas sonoras. El estreno de Fox Movietone News el 30 de abril de 1927, en uno de los muchos cines con los que se había hecho en la costa oeste, fue todo un éxito. Los grandes periódicos hablaron maravillas de este nuevo estreno, y el entusiasmo popular fue irrefrenable. De esta manera el estreno de nuevos noticiarios provocó que los propietarios de cines en EE.UU. hicieran cola para que les instalasen la tecnología necesaria para poder proyectar estos populosos noticieros.
El gran problema hasta entonces era conseguir que los propietarios de los cines apostaran por la nueva tecnología. La mayor parte de los cines, que tenían que incluir a orquestas de tamaño variable en sus nóminas, antes de la proyección de la película solían ofrecer algún espectáculo musical con las orquestas. Este modelo era costoso de adaptar a las nuevas tecnologías del cine sonoro y el éxito de la empresa era dudoso. Pero gracias a la Warner y a la Fox los propietarios se convencieron de que el nuevo estilo de cine era no solo recomendable, sino también y sobre todo rentable.
La estrategia de Warner se centró en los cines de tamaño medio. Como los espectáculos de variedades de estos no podían sufragar grandes conciertos o actuaciones la posibilidad de escuchar pequeños metrajes de importantes figuras de la música fue muy atrayente. De esta forma muchos cines del país fueron incorporando esta tecnología. Gracias a esta proliferación de cines sonoros la compañía empezó a plantearse la realización de películas sonoras, debido en parte al éxito cosechado por la película “Don Juan”, rodada con sonido.  La Fox lo tenía más fácil ya que no tenía competencia alguna con los insulsos noticieros del cine mudo.
Las grandes compañías hasta ese momento, como eran Paramount, MGM o United Artists, junto con otras compañías más pequeñas, empezaron a ver con preocupación el éxito de sus competidoras. Por ello reunieron una comisión para analizar la conveniencia de adaptar esta nueva tecnología. Debido a ello, estas empresas firmaron un acuerdo con AT&T para conseguir la tecnología sonora. A partir de este punto la competencia por realizar películas sonoras comienza de verdad.

Este fue el nacimiento de las grandes compañías sonoras de la época, muchas de las cuales siguen teniendo una posición envidiable en Hollywood hoy en día. La extensión de esta tecnología por el mundo no se hizo esperar y se realizó en algunos sitos de forma paralela a EE.UU. Europa fue la primera gran región en incorporar el sonido debido a la gran influencia del cine estadounidense, donde en algunos países llegó a cubrir el 50% de la cuota de pantalla. El gran resistente a estos cambios fue Japón, que aún tuvo que esperar varios años para incorporar las nuevas tecnologías.
Juan Martínez Rodríguez 

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