viernes, 17 de enero de 2014

Cine Bélico Americano (1915-1918)

El cine bélico se encuentra, a priori, en la encrucijada de varios géneros: el de aventuras, del melodrama, del documental, del propagandístico… Además. A esto hay que sumarle la dificultad de acotar el género pues ¿puede ser considerado cine bélico la primera película de la guerra de secesión estadounidense?, ¿solo aquellas que aparecen en la historia de los tres últimos siglo?, ¿podrían ser incluidos los conflictos medievales? O por el contario, ¿solo puede ser consideradas aquellas que abordan los conflictos del siglo XX?, en caso de ser esta última afirmativa, el género solo ha podido adquirir consistencia al final de I Guerra Mundial y el periodo que estudiamos, al igual que ocurre con el western, nos ayudaría a observar su surgimiento.
De cualquier forma, nosotros nos centraremos en el periodo que comienza en 1915 tras el Orgullo de la Nación, en la que se refleja la guerra de secesión, el único conflicto Bélico que EE.UU haya conocido en sus territorios, siempre sin olvidar, la expansión hacia el oeste y la represión interna contra todo aquello que pueda parecer o sea hostil al sistema. Se trata de un país que solo concibe la guerra bajo estas tres formas (civil, colonial y social), que ha extendido a través de todo el mundo.
En 1915, estas tres formas de conflicto forman parte activa de la vida estadounidense y solo es necesario exportarlas, resultando para este fin tremendamente útil la primera Gran Guerra, la cual permite revelar el formidable impacto del cine y su fuerza como arma interior y exterior, produciendo el nacimiento del género bélico en el cine.

Lo primero que hay que señalar ante el gran conflicto mundial que se le presenta a EE. UU. Es la clara división de la sociedad ante el mismo desde el inicio. Este hecho, fue reflejado en el cine de forma clara, e incluso se produjo la proyección de films como Old Heidelberg de Jhon Emerson, en el que se presentaba a la sociedad alemana como un pueblo inofensivo, un film que respaldaba los deseos del gobierno alemán de que EE.UU mantuviese su neutralidad ante el conflicto. En 1917, cuando ya perece inminente la intervención americana en el conflicto, se producen numerosos films que buscan al mismo tiempo el mercado aliado y el público hostil a la intervención en la guerra(o deseoso de neutralidad) con películas como Arms and the Woman de George Fitzmaurice(1916).
Se generan producciones internas que tratan de reflejar ideas pacifistas, algunas incluso, como Intolerance de Griffith, trata de proponer una solución a la lucha interna de clases que se produce en el país. Otra sin embargo, tratan de preparar a la nación para una posible invasión incluso aprovechando los conflictos fronterizos con México, como es el caso del film  Liberty, a Daughter of the U.S.A.

Durante el conflicto, gracias a ayuda del organismo denominado CPI(encargado de la censura fílmica y de establecer el qué y el cómo se deseaba que fuera la industria cinematográfica), las producciones que se realizaron trataron de convencer y de generar odio en el pueblo hacia los alemanes, tratando así de justificar la intervención, empleando temas de gran calado social como el bombardeo del Lusitania unos años antes, o ataques a la población civil y hospitales de la Cruz Roja para asegurarse así penetrar e influir en los sentimientos y opinión de la oblación.
También se realizaron  series de films consagradas al espionaje, como fue por ejemplo The eagle´s eye, o alguno otros rodados para mostrar la manera de conservar alimentos, conseguir vestimentas, descubrir espías…toda una maquinaria de manipulación de masas que ayudaría al gobierno a descubrir y controlar el calado del conflicto en la sociedad, a la par que prepararse para un posible traslado del conflicto a territorio americano.

En conjunto, lo que llama poderosamente la atención de estas producciones es la ausencia de reflexión sobre el origen de la guerra o sobre razones para intervenir o no. Exceptuando las comedias de Chaplin, “Hollywood no produjo ni un solo film de importancia durante los años de la guerra”, tal y como afirma Jack Spears.

Tras el armisticio de la guerra el 11 de Noviembre de 1918, la industria trató de evitar el tema de la guerra de forma general, aunque las pocas producciones que se realizaban, trataban de reflejar las secuelas del conflicto en los soldados, en incluso a partir de 1921 se despertó un ligera corriente de simpatía hacia los alemanes como en el film Four Sons de Jon Ford.
El gran desfile de King Vidor, está considerado desde hace tiempo como el único film real de la guerra, tratando de reflejar el conflicto desde el punto de vista del soldado.
Por último, películas como The Sky Rider o THe Legion of the Condemned, trata de reflejar la importancia de aviación en la guerra y de la alianza objetiva que se plasmó entre el avión, la cámara y la ametralladora.

El enemigo fue remplazado al instante por los bolcheviques, dando lugar a una tormenta xenófoba que inició un corriente de confusión que hacía a ciertas gentes, incapaces de distinguir entre socialistas, pacifistas, alemanes…iniciándose así un proceso de represión que se encargaba de perseguir cualquier movimiento de simpatía hacia ninguna de estas ideologías o nacionalidades.
La guerra ideológica había sido siempre la preocupación esencial del poder en los EE.UU. La guerra exterior comprometía otros aspectos, especialmente el financiero, el que la industria del cine sirvió admirablemente a los intereses del estado.


                                                                                                        Diego Martínez López.

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