lunes, 20 de enero de 2014

EL CINE DE AKIRA KUROSAWA

No podemos analizar el cine japonés sin detenernos unos momentos en la figura de Akira Kurosawa, seguramente uno de los directores japonés más influyentes de la historia del cine, pese a que lo mejor de sus obras sean posteriores a 1950, haremos un breve recorrido por  su filmografía destacando sus películas más características. Este director marcó un estilo que llegó mucho más lejos de las fronteras de Japón, de él tomaran influencias directores como Kubrik, Lucas o Leone, entre otros.

 Y es que Kurosawa tenía un forma de dirigir muy particular, basada en una obsesión por los detalles, esta búsqueda de la perfección se ve reflejada en lo cuidad de los encuadres, las transiciones y el uso del color. Como peculiaridades podemos destacar su empleo de varias  cámaras a la vez y el empleo de objetivos de focal larga, no sólo para destacar a los actores del fondo, sino que él creía que así ellos trabajaban mejor.
Kurosawa nación en 1910 y murió en 1998, esto le permitió desarrollar una extensa carrera, con más de treinta películas como director. Comenzó a trabajar en el año 30 para la productora Toho en 1938 como ayudante de dirección y en 1942 dirigió su primera película,  La leyenda del gran Judo, obra  muy influenciada por el régimen de la época.

 La película narra el proceso de aprendizaje y los duros sacrificios que debe sufrir un estudiante de judo. En ella se ensalzan  los valores tradicionales del pueblo frente a una burguesía occidentalizada corrupta, pese a lo evidente de su mensaje sufrió la censura del gobierno japonés de la época.

Su siguiente film fue  La más bella de 1944, una película propagandística rodad como semidocumental que expone la vida de una trabajadora en una fábrica de lentes militares, y el duro esfuerzo que realiza para aumentar la producción en tiempos de escasez. En 1945 el estudio Toho lo presionará para que realice una segunda parte de La leyenda del gran Judo, otra película propagandística que no destaca en la carrera de su director.

Al concluir la Segunda guerra Mundial Akira Kurosawa se rebela, reniega de sus orígenes y del régimen anterior, al que denunciará en obras como No añoro mi juventud de 1946.  En 1948 rueda El ángel ebrio, que trata la complicad relación de un médico del extrarradio con un miembro de la Yakuza japonésa. Esta es una película precursora  de temas que luego serán tratados en otras obras de Kurosawa, además de su primera colaboración con Toshiro Mifune, actor que colaborará activamente con Kurosawa. Tras las presiones que sufrió del régimen imperial de desvincularse del Japón tradicional Kurosawa se sumergirá de lleno en el Japón tradicional para rescatar la figura del samurai, entorno en el que se desarrollan sus mejores películas.

Seguramente la primera obra de su filmografía que trascendió las fronteras fue Rashomon, de 1950. Ambientada en el Japón del siglo XII nos propone una trama de cine policiaco. En esta película se narra el asesinato de un samurái a través de cuatro fuentes distintas, exponiendo cada una diferentes caras de una misma historia.

Siguiendo el camino abierto por Rashomon, se decidió a rodar Los siete samuráis de1954, película que cuenta cómo un grupo de samuráis son reclutados por unos campesinos para que los defiendan de unos bandidos. Kurosawa construye un relato épico, y lo aborda como un trabajo de actores, a lo largo de las más de tres horas y media de película vemos la evolución de los personajes en un entorno que pese a estar situado en Japón, contiene los elementos básicos de un western. Tal vez sea esta faceta de la película la que consiguiese su éxito internacional.

Mucho más tarde en los años setenta Kurosawa se atrevió a dar el salto a Holywood, y particpo en proyectos de gran envergdura como Tora!Tora!Tora!, de 1968. Pero será en 1975 cuando se le conceda el óscar a mejor película de lengua extranjera con Dersu Uzala, una película biográfica sobre la vida del cazador Vladimir Aserniev. Cuenta la vida de un cazador siberiano que vive en armonía con la naturaleza. La película es un himno en defensa de los valores ecologistas y en contra de la civilización que destruye la naturaleza.

Por último hablaremos de una de sus últimas películas, la superproducción que fue Ran de 1985. Esta película es una adaptación de la obra de William Shackespeare, El rey Lear. Kurosawa sustituye la Inglaterra medieval por el Japón feudal, donde un Damyo se halla ante la difícil situación de repartir sus tierras entre sus tres hijos. A su muerte éstos  entraran en luchas fraticidas que lo único que consiguen es destrozar sus propias tierras. Esta película puede ser considerada la obra cumbre de Kurosawa, en ella se conjugan elementos de Lo siete samuráis, o  Rashomon, junto a un despliegue de medios espectacular. Cabe resaltar el absoluto dominio del color a lo largo de la película, fruto de un profundo estudio de la luz.


Alfonso Bouza García

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