LOS ORÍGENES DEL CINE
Los orígenes de la fotografía hunden sus raíces en
el siglo XIX. Es durante esta época cuando se empieza a desarrollar el interés
por los fenómenos mecánicos de todo tipo. La curiosidad generada por los
primeros artilugios relacionados con la captación de la imagen y su proyección
es fundamental para entender la investigación de la permanencia de la imagen y
el desarrollo de la fotografía. Gracias a una serie de inventores se fue
desarrollando la calidad de las primeras imágenes, e incluso se pudo llegar a
la proyección de películas mediante la unión de simples fotogramas.
Tenemos que darnos cuenta de que el cine es, en
realidad, un fenómeno óptico. Lo que captamos como una imagen en movimiento no
es más que la rápida sucesión de fotogramas. Esto se debe a que cuando una
imagen nítida va seguida de la oscuridad, el ojo le sigue enviando al cerebro
la información de esa imagen. De no ser así el cerebro percibiría el continuo
parpadeo de los ojos. Este fenómeno se conoce como persistencia de la luz. Esto
es lo que permite que el cerebro rellene los espacios en negro que se dan entre
cada fotograma, por lo que al ver un segundo de película lo percibimos como un
fenómeno continuo en lugar de fragmentado.
Ya en 1825, John Ayrton Paris desarrolló la primera
ilusión óptica. Cogiendo una placa circular dibujo en una cara un papagayo y en
la otra una jaula. Acoplando una cuerda a los extremos de la placa y haciéndola
girar el pájaro parecía estar encerrado en la jaula. El invento se llamo Thaumatropio. En 1929 Joseph Antoine
Ferdinand Plateau ideo un juguete que consistía en una placa circular en la que
se añadían una serie de dibujos individualizados, que al hacerla girar enfrente
de un espejo se formaba la ilusión de una imagen en movimiento. Durante el
siglo XIX florecieron por Europa inventos que reprodujeron este fenómeno en
diversos países.
En
1834 el barón Franz von Uchatius colocó una serie de proyectores con imágenes
sucesivas de un movimiento enfocando todos a la misma pantalla. Pasando una
fuente de luz detrás de cada uno de estos se aparecía una imagen en movimiento
en la pantalla. Con el tiempo la idea se simplificó creando un solo proyector
circular que proyectaba las imágenes según iba girando. Otro importante descubrimiento, aunque mas tardío, fue el
realizado por Émile Reynaud en 1877, llamado praxinoscopio. Basado en la idea del zoótropo, que consiste en una serie de aberturas hechas en un
tambor que permite ver imágenes en movimiento cuando el tambor más pequeño que
se encuentra dentro del primero gira. Reynaud mejoró la idea al poner cristales
en el tambor más pequeño que reflejaban las imágenes dibujadas en el interior del
tambor grande. Al girar proporciona una imagen mucho más nítida de movimiento
que su antecedente.
Praxinoscopio
La primera camera
obscura fue proyectada en el Renacimiento por Leonardo da Vinci. Esta
consistía en un artilugio completamente cerrado con una sola abertura por donde
entraba la luz. En la pared opuesta al agujero se proyectaba la imagen invertida
de la escena. Cuando se introdujo una lente para iluminar la imagen ya solo fue
necesaria la incorporación de una placa fotográfica para que fijara la imagen.
Después de una serie de inventores de diferentes nacionales que intentaron
crear esta placa fotográfica sobre diferente materiales a principios del siglo
XIX, fue un francés, Louis Jacques Mandé Daguerre quien creó las primeras
imágenes claras y permanentes sobre placas de cobre y plata. La primera de
estas fotografías se creó en 1837, en el estudio de Daguerre.
Pero
para estas primeras fotografías el tiempo de exposición necesario para captar
la imagen era de 15 minutos. Hicieron falta muchos años para que las mejoras
del diseño permitieran placas fotográficas más sensibles que tomasen la imagen
en intervalos de tiempo más pequeños, además de mejoras del diseño del
objetivo, sobretodo el invento del obturador. El primero en diseccionar una
acción continua en una serie de fotografías fue un inventor, fotógrafo y
vagabundo inglés residente en California. Este hombre, Eadweard Muybridge fue
contratado por el gobernador de California, Leland Stanford, para ganar una
apuesta. El gobernador, aficionado a las carreras, se había apostado con un
amigo que los caballos levantaban las cuatro patas a la vez durante su sprint. Muybridge,
para probar esta apuesta colocó 24 cámaras a lo largo de la pista de un
hipódromo, conectando un cable, que atravesaba la pista, al obturador para que
hiciese la foto en el momento en el que pasaba el caballo. Finalmente Leland
ganó la apuesta junto con los 25.000 dólares apostados, pero le salió poco
rentable, ya que el invento le costó 40.000 dólares.
Serie de Fotografias de
Muybridge
Durante los siguientes años de su vida Muybridge se
dedicó a perfeccionar su invento, grabando el movimiento de animales y
añadiendo más cámaras para captar mejor el movimiento. Consiguió grabar una
imagen continua en fotogramas y darle movimiento, pero todavía no se había
conseguido grabar una escena con una sola cámara.
Es por un lado el desarrollo de los juguetes
estroboscópicos y, por el otro, el desarrollo de la fotografía, lo que permite
empezar a desarrollar lo que hoy conocemos como cine. Pero aun haría falta la
intervención de nuevos inventores, que creasen maquinas más eficientes, para
que los primeros cortos y películas adquieran verdadera importancia.
Juan Martínez Rodríguez
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